Con el paso del tiempo, así como vamos ganando experiencia con nuestras acciones, también adquirimos malos hábitos que dañan nuestras relaciones personales y laborales. Es probable que no te hayas percatado que tienes un mal hábito, seguramente porque ya se convirtió en un comportamiento natural que nos impide ver nuevos rumbos o acciones.

Pero, ¿cómo romper un mal hábito y transformarlo en uno bueno? Aquí te compartimos 3 pasos que te ayudarán a comenzar:

1. Identifícalo

Lo primero que debes hacer para cambiar un mal hábito es identificarlo. Date un tiempo para analizar tu rutina diaria y ver si alguno de tus hábitos te está afectando. Por ejemplo: en lugar de hacer ejercicio cuando llegas a tu casa prefieres ver series acompañada de un gran bowl de botana, o prefieres comer todos los días fuera de casa en lugar de preparar tu propio lunch. Si no te das cuenta nunca podrás poner la atención necesaria para cambiarlo y lo seguirás haciendo.

2. Analízalo

Cuando ya tengas identificado aquello que quieras cambiar, pon mucha atención de cuándo lo haces:  puede que lo hagas mientras estás de mal humor o quizá cuando estás feliz, cuando discutes con alguien, cuando estás sola o cuando estás acompañada. Como tip, haz anotaciones de estos estados de humor y qué acciones o malos hábitos tomas como consecuencia.

3. Platícalo

Ahora que ya sabes cuál es tu mal hábito y en qué momento lo haces, piensa cómo podrías mejorar poco a poco, evitar actividades que te hacen menos productiva, te quitan tiempo o no te dejan nada bueno, y escribe cómo, qué necesitas y cuándo estás dispuesta a comenzar. Pero no lo dejes para largo plazo, entre más rápido actúes, mejor.

Dejar atrás los malos hábitos y mejorar no es cuestión de segundos, es practicar día tras día y notarás el cambio que hay en ti. Si necesitas ayuda, no dudes hablarlo y acudir con algún especialista. Libérate de lo que te engancha y te sentirás plena.