La espera te come por dentro, el olor a mantequilla y azúcar inunda tu cocina. Solo puedes esperar a que tu creación esté lista. Sacas del horno tu pastel y ¡oh sorpresa! Se pegó al molde, se quemó, no se horneó bien o la masa está dura.  Para que tu corazón no se rompa de nuevo, sigue estos sencillos e infalibles consejos para obtener el pastel perfecto. 

1. PARA QUE QUEDE ESPONJOSO
Asegúrate de que los huevos, la leche y la mantequilla que vayas a utilizar, estén a temperatura ambiente. Saca los ingredientes horas antes del refrigerador y no derritas la mantequilla en el microondas, al menos que la receta lo indique.  Cuando mezcles el azúcar con la mantequilla, remueve por lo menos por 5 minutos.

2. LA TEMPERATURA ADECUADA
No olvides precalentar el horno antes de meter la mezcla. Se recomienda prenderlo de 20 a 30 minutos antes de empezar a hornear.

3. QUE NO SE TE PEGUE
¡Siempre hay que engrasar el molde con mantequilla! Luego enharina. Finalmente, ponlo unos minutos en el refrigerador, así será más difícil que el fondo se queme.

4. LLEVA EL SABOR AL EXTREMO
¡Échale un chorrito de Vainilla Molina a la mezcla para intensificar el sabor del pastel!

5. SÁCALO EN EL MOMENTO JUSTO
El tiempo de horneo justo es esencial, ni más ni menos. Un buen tip es anotar la hora exacta en la que empezó a cocinarse para evitar equivocaciones. No abras y cierres ya que esto hará que pierda su forma. Si tu horno tiene luz interna, apágala.

Para comprobar que esté listo, checa que las orillas del pastel se hayan separado ligeramente de los bordes de tu molde, presiona el centro con una cuchara; el pastel deberá regresar a su forma. Inserta un cuchillo y deberá salir limpio.